miércoles, 19 de octubre de 2016

Opinión: Marcelín

Marcelín
Sempé
Blackie Books


Hoy la despensa se tiñe de rojo... un tinte que nos mancha de valores vinculados con la amistad y con nos devuelve a la cruda realidad mediante un estornudo.
Me explico, seguro que conocéis las ilustraciones de 'El pequeño Nicolás' (y no me refiero a Fran Nicolás) si no a las magníficas ilustraciones de Sempé. Pues resulta que este mismo artista es el autor e ilustrador de la historia que os traigo hoy: Marcelín.

Marcelín es un niño como cualquier otro, pero padece una curiosa molestia: se sonroja sin ningún motivo. Y no sabe por qué. Un buen día conoce a Renato (en catalán este personaje recibe el nombre de Arnau, que no es la traducción del de castellano), que también tiene una curiosa molestia: estornuda sin ninguna razón. Y no sabe por qué. Es amistad a primera vista. Entre sonrojos y estornudos, se hacen inseparables. Pero un día la familia de Renato se muda… La prosa y el lápiz del maestro Sempé se unen en este delicioso y delicado himno a la amistad.

Los amigos de Boolino me han premiado con una pequeña historia que, en realidad, es muy grande. Las simples líneas de las ilustraciones de la pluma de Sempé se vuelven odas a la amistad, están vivas, se mueven en cada página que devoras con rapidez pero que a la vez sientes que has de seguir observando. Esos dibujos te atrapan por lo que ves pero, mucho más, también por lo que sientes. Por lo que te hacen sentir. 

Digna obra de una editorial que cuida todos los detalles, Blackie Books

Lo mejor

Las ilustraciones. Lo segundo mejor (que no menos importante) es la historia. La editorial nos trae una edición de tapa dura en la que el rojo es el color que domina (como no). La portada es magnífica y nos adelanta que la amistad, la verdadera, pervive en el tiempo. La diferencia que nos hace amigos, la aceptación del otro tal y como es. Con el libro nos aceptamos a nosotros (los que somos adultos) como niños,  en un viaje por 126 páginas repleto de valores que nos manchan de tinta (sin rodeos). 

Lo no tan bueno



Que las 126 se hacen cortas... Quizás la traducción al catalán (como a cualquier otro idioma) no refleja la autenticidad de la obra original. Pero Isabel Obiols (la traductora) da en el clavo con la esencia. 

Puedes encontrar el libro en Boolino
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